Afrontando la tormenta
Cuando viene una tormenta en el horizonte, las vacas instintivamente huyen. Ellas comienzan a correr alejándose de la tormenta con todas sus fuerzas. El problema es que eventualmente la tormenta las alcanza.
En ese momento las vacas corren más fuerte pero debido a que la velocidad de la tormenta es mayor, lo que logran es perpetuar su tiempo en la tormenta.
Tratando de huir de la tormenta simplemente perpetúan su sufrimiento.
Los Búfalos actúan diferente.
Cuando un búfalo ve la tormenta en el horizonte, rápidamente corre en dirección hacia la tormenta. A pesar de que parezca no tener sentido, la realidad es que debido a que la tormenta y el búfalo están en direcciones opuestas, su contacto es el mínimo posible. El búfalo sale de la tormenta rápidamente.
Para ser sincero, la mayor parte de mi vida he actuado como las vacas. Naturalmente tiendo a huir de los problemas hasta que me alcanzan… y luego tratando de seguir huyendo no hago más nada que prolongar el sufrimiento y empeorar las consecuencias.
Escuchar sobre la analogía de las vacas y los búfalos me abrió los ojos.
Por ellos quiero dejarte 4 beneficios de atacar a los problemas de frente:
1. Te obliga a admitir que hay un problema:
Correr en dirección a la tormenta te obliga a admitir que hay un problema, lo cual es el primer paso para poder resolverlo.
Cuando corremos de los problemas tal como lo hacen las vacas, le estamos dando la espalda a la tormenta poniendo los ojos en un horizonte azul. El problema es que estamos auto engañándonos. Ese horizonte azul es sólo temporal.
2. Te ayuda a entender mejor el problema:
Al correr en dirección a la tormenta puedes verla en distintos niveles, desde una visión macro hasta una visión micro. Puedes ver la fortaleza, el peligro, la causa, la dirección. En fin, puedes empezar a aprender y monitorear las variables que te ayudarán a estar mejor preparado cuando la enfrentes.
3. Disminuye el sufrimiento
El simple hecho de ir en dirección hacia la tormenta a medida que la misma se aproxima hacia ti te ayuda a disminuir tu tiempo dentro de la misma.
Por supuesto sentirás la fuerza de la tormenta, vivirás las consecuencias, pagarás un precio… pero lo harás de la manera más corta y eficiente posible.
4. Te fortalece
Si existe algo que te dejan las tormentas en la vida es que te fortalecen como ser humano. Enfrentar la tormenta es como decidir correr un maratón.
Sufrirás en el proceso y probablemente pensaras en renunciar; pero saldrás fortalecido de la jornada.
Espero que esta analogía te ayude tanto como me ayudó a mí. Como líderes necesitamos aprender a enfrentar los problemas, por supuesto, con sabiduría pero sin titubear.
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