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Mostrando entradas de febrero, 2021

Este es el tiempo

Escrito por: Luz Myriam Scarpeta   “Le abrí a mi amado, Pero ya no estaba allí. Se había marchado, Y tras su voz se fue mi alma. Lo busqué, y no lo hallé. Lo llamé, y no me respondió. Me encontraron los centinelas Mientras rondaban la ciudad; Los que vigilan las murallas Me hirieron, me golpearon; ¡Me despojaron de mi manto! Yo les ruego, mujeres de Jerusalén, Que, si encuentran a mi amado, ¡Le digan que estoy enferma de amor!” Cantares 5:6-8 (NVI)   Tenemos tanto miedo de entregarle nuestra vida a Dios, tememos confiar en Él, porque creemos que puede hacernos daño, que nuestra vida está más segura en nuestras manos que en las de Él.   Cuando salimos de Egipto, que representa la esclavitud y el pecado, pasamos al desierto que representa el camino emprendido hacia la tierra prometida, es ahí donde aprendemos a depender de forma total y absoluta de Dios. En el desierto somos incapaces de depender de nosotros mismos, nuestra seguridad y supervivencia no depende solo de ...

Colócale límites a la ansiedad

Dr. Neil Anderson “Dejen todas sus preocupaciones a Dios, porque él se interesa por ustedes.” (1 Pedro 5:7). Supongamos que has buscado la voluntad de Dios para tomar cierto rumbo y crees que Él te ha dirigido a formular planes específicos. El problema es que sigues preocupado por la realización de esos planes conforme a lo que has esperado. Para poner límites a la ansiedad que siento cuando me veo en esta clase de situaciones, trato de dar los seis pasos que siguen: Primero, formular el problema. Un problema bien planteado es un problema a medio resolver. Las personas suelen no ver el bosque a causa de los árboles cuando se ponen ansiosas, de modo que necesitas poner el problema en perspectiva: ¿importará para la eternidad? El riesgo que se corre en estas situaciones es el de recibir consejo de incrédulos. El mundo está abarrotado de magos y hechiceros que prometen resultados increíbles; hasta el aspecto de ellos y sus personalidades pueden impactar mucho y fascinar. Sin embargo, evít...

El síndrome del delfín

Gonzalo Jiménez  Junio 5 de 2020   “Yo me acuesto, me duermo y vuelvo a despertar, porque el Señor me sostiene.”  Salmo 3:5 NVI   Sabias que los Delfines no ‘desactivan’ el cerebro por completo mientras descansan, ni los músculos, ni los sentidos, ni la visión, ni el olfato. El latido de su corazón es automático, pero controlan su respiración conscientemente. Los Delfines pasan la mayor parte de su tiempo bajo agua y no tiene sentido respirar hasta que haya aire. Pero eso significa que no pueden dormir, porque entonces se ahogarían.   La solución es ingeniosa: una mitad del cerebro duerme, mientras la otra mitad se encarga de la respiración y otras cosas. Es posible ver un Delfín con un solo ojo abierto, pues la parte del cerebro que controla el otro ojo está durmiendo.    Parece que muchos están sufriendo el síndrome del Delfín, no descansan su cerebro, ni sus sentidos, duermen con un ojo abierto, realmente padecen insomnio y no logran conciliar el su...